Y además, amable lectora lector querido, si me apura le digo que no solo sale a hombros sino que salva la feria. Si, tras el desfile de reses mansas que nos hemos recetado este 2024, Payo se construye e inventa una de sus creo yo, mejores faenas no solo en tierras hdrocálidas sino quizá de su carrera.
Y es que se encontró con un toro de Bernaldo de Quiroz que, dentro de su falta de raza tuvo un punto de nobleza y agradecimiento, un punto más de fuerza para evitar que rodara por la arena y entonces, con los aromas a perfume fino -destapando el frasco de las esencias pues- le debo decir que Payo ha tenido hoy una actuación llena de estética, de temple, de conexión con el respetable y con mucha cercanía además con el toro, porque si, no ha toreado con ninguna ventaja.
Sentidas tandas por derecha y naturales y una estocada muy efectiva le concedieron el triunfo, las dos orejas que por primera vez en la feria nadie reprochó y se dio una vuelta al ruedo envuelto en aplausos y notoriamente contento y satisfecho de lo realizado en el ruedo hoy.
A Talavante tampoco le vamos a reprochar nada. Su primer toro honestamente era de pena, fue terriblemente pitado desde la salida por su notoria mansedumbre y debemos agradecer que el español abrevió al notar las condiciones del toro y del ambiente en contra. Con su segundo, el otro toro que medianamente se prestó al lucimiento lleno de voluntad también ha dejado toreo de alta nota, ha dejado una buena estocada y justamente suma una oreja más a la lista de apéndices cortados en Aguascalientes. Alejandro, gracias por lo hecho y gracias también por vestir como un príncipe hoy mas que nunca que de moda está que los toreros vistan con pasamanería.
Leo, suerte para la próxima.
Mañana el cerrojazo de feria, con la segunda tarde de Roca Rey, acompañado de Silveti y Luis David.