El arponazo impredecible al que ahora llaman Gatelazo, por lo del ‘Gato dicharachero’ al alimón con la herbolaria azteca que consume, le provoco al Bardo sumergirse en las lagunas mentales de lo que fueron los fluidos de Tenochtitlán, que aunque no era tan grande creo que tenía más agua que el Cutzamala, que no para de quejarse y por ello siempre le están echando talacha.

‘Los Guajolotes’ de Insurgentes
La somnolencia al alcanzar el clímax tundió al Bardo en el hundimiento del Parque Hundido, con el paso de las horas incólume la pérdida física se redujo a mi torta de pierna adobada de ‘Los Guajolotes’, recién comprada en la accesoria del nostálgico lugar que vio sus mejores años en los, cincuenta – ochenta, cuando formando parte del restaurante tenía su drive inn pa’ el fajadero y los domingos previos y posteriores al rito o ¿será mito?, que viene de los Uros, las de doble pechuga atendían vaporosas a los taurinos.

La neta sobre ‘El Tupinamba’
A ver voy a ver que hay en esta carpeta que creo que versa sobre personajes del ‘Café Tupinamba’, como por citar a Don Cristino Lorenzo, a Don Neto, a Don Agustín González “Escopeta”, a “El Moro” quienes realizaban aquel programa dominguero después de los toros, nos precisa Don Fernando Marco Sirvent que la edición era patrocinada por Brandy Milenario -Del obrero al millonario, todos toman Milenario-.

Del ‘Café Tupinamba’ mucha gente piensa que era un lugar meramente taurino y no fue así, era cosmopolita como también lo fue el ‘Campoamor’, ambos propiedad del español Macario Rodríguez y cuando se hable de esos lugares tal vez los personajes íconos lo fueron Emilio Tuero, Don Héctor Castillo, Don Dificultades, David Siqueiros “Tabaquito”, que fue el que cebó el primer indulto de La Plaza México y el Matador Rafael de Portugués torero de coincidencias como el haber nacido un seis de enero, que hasta ahora es día de Reyes.

Otra coincidencia fue el llevar el honor de haber debutado en la Plaza México en el año de su inauguración aquel 1946, bueno el citado Matador que en realidad se llamaba Rafael Gil (senior) era tan cachondo que la alternativa la tomo bajo el cielo más hermoso que es el de La Eterna Primavera lo cual ocurrió en 1954.

La Personalidad
Lo que es la vida al conjuro de un solo nombre con sello bastó pa’ recordarnos que el toreo es de personalidad, pero no de cualquier personalidad y otro recuerdo, el de la madre del majo icónico Joaquín Rodríguez “Cagancho” la que dijo al ver partir plaza a su hijo -Y con esa percha todavía quieren que toree el niño-.

Al escribir esto estamos subrayando que hoy los toreros son como El Coyote Cojo, en cuanto a recursos porque como no tienen percha la mayoría, ni personalidad, ni técnica, ni carácter, ni popularidad solo les queda pegar pases y con tampoco es muy difícil sobresalir en un universo lleno de aristas, donde una orejita dependiendo del juez que la otorgo termina valiendo menos que un aparato auditivo chino desechable en Mercado Libre.

‘Culpable soy yo…’
Fco. Álvarez pintor de pinturas como es del grupo del 1er. círculo mando en forma exprés y de último momento con la nota de paren máquinas al pleno de la redacción, una muestra su renovada galería que esperemos sea más sólida que un tramo de la línea 12 del Metro, no damos el peritaje de la misma porque con las prisas, las presiones y los nervios de cortar el listón, luego no atornillan bien las especificaciones, así que si alguien llega a decir que las imágenes de los toros que dicho sea de paso están preciosas no encajan con el tema pues tienen razón, lo mismo que los vagones del Metro con las vías, o las ballenas con el sobre peso lo que dio como resultado 26 muertos a los que les van sumar otros 26 culposos de muy baja monta.

Oiga directora Serranía, aunque prácticamente todos los periodistas ya se chamuscaron con que iba a ver corridas en la Plaza México desde hace dos semanas, si échenos a volar el tramo que se pueda de la 12, porque es vital que pa’ la Temporada Grande ya se pueda hacer la conexión de la Línea “Dorada” con el Metrobús pa’ llegar a la Plaza México, por cierto ¿sabía que a la siguiente parada de La Ciudad de los Deportes hubo un asesinato muy sonado?, ¡jálele! con lo del Metro y yo le platico aquí lo del crimen y si quiere también lo del incendio provocado en la calle de Maximino Ávila Camacho.

Y más pa’ acá tengo lo del Tráfico de Influencias coletudas y lo de La Estafa Maestra, ¿Qué tal si le vamos dando a la Nota Roja, porque luego ahí los ve uno rete santurrones dándose golpecitos de pecho asistiendo a la misa de quien sabe qué color y no sabemos si en lugar de tripas traen culebras.
¡Vamos llegándole a la Nota Roja!