Nos quedamos a medio camino entre la expectación y la desilusión y es que desde que se anunciaron los carteles hubo opiniones divididas, entre quienes esperaban un cartel más rematado con toreros de ‘prosapia’ y aquellos que agradecieron la inclusión de dos toreros de la tierra y de la ‘nueva camada’.

Por igual, era de esperarse que el encierro fuera del dueño de la empresa, más las opiniones manifiestas también deseaban que en ese caso el lote completo cumpliera a cabalidad, y pues no ya que, aunque bien presentados y en peso, el juego de 5 de ellos – San Miguel de Mimiahuapam- fue malo y quizá se salvó uno, el segundo de Leo Valadez. Ahí les voy:

El Juli.
De verde botella y plata, hoy en su segundo y último día acartelado cumplió a secas. Se le vio mejor actitud que en su primera tarde, con poquita más voluntad. De tal forma, creo que puso un poco mas de empeño en entender lo que tenía por delante, y en sus dos toros creo que les buscó su por donde y su porqué pero sin éxito.

Detalles y muletazos de torero mandón en el primero de su lote que se acabó pronto por su poca fuerza y descastadito. Estoconazo de los que, si hay que resaltar que lo hace muy bien, y el respetable demandó la entrega de una oreja. Con su segundo todo fue más o menos igual, pero con un malo y manso que se iba a cada salida de muletazo. Algunas palmas.

Leo Valadez.
De obispo y oro y como dirían los de España: salió ‘a por todas’ en sus dos toros. Más en el segundo que en su primero que no le permitió proyectar emoción en el tendido y eso que intentó complacer al respetable en todo momento, incluido el tercio de banderillas. A Leo hay que ponerlo intensamente a practicar la suerte suprema. Lo veo con fallas al momento de ‘igualar’ al toro y con falta de puntería al momento de entrar a matar. Le falla y le falla bien, incluso el descabello, cosa que hay que aprenderle a Julián que pareciera que ensaya en el rastro.

Con el segundo Leo pudo calar más en el tendido. Quites variados incluidas Zapopinas. En el segundo terció la plaza le pitó duro para que pusiera banderillas y casi se lo pierde al pasar en falso su subalterno Fermín Quirós, al que la gente primero le abucheó y pitó durísimo ya que de no pasar en falso habría puesto el primer par a pesar de que Leo le hacía señas para que parara. Quirós se emberrinchó, se hizo de palabras con el matador, el público le pitó aún mas y Leo con claridad de pensamiento en lugar de ponerle un ‘repostón’ le invitó a poner el segundo par del tercio. Los dos le echaron arte y emoción y Quirós, que por lo general pone con frecuencia banderillas ‘de sobaquillo’ y ‘aventaditas’ se ha puesto muy torero y ha puesto el par de su vida. La plaza se desgranó en aplausos.

Todo esto sumó al gran esfuerzo de agradar con la muleta de Valades estructurando 4 tandas muy emotivas. Leo pudo salir a hombros, más nuevamente el acero y su deficiente ejecución hicieron que el gozo se fuera al pozo. Así que Leo, hay que practicar la suerte suprema por favor!!

Miguel Aguilar.
Lleno de ilusión por salir triunfante -de blanco y oro- en el día grande, Aguilar cargó con lo mas malo de la tarde, así que la ilusión de la tuvo que guardar para otro día.

Miguel por supuesto intentó, buscó, se esforzó, se puso en el terreno que huele a dolor y anestesia, mas ni así pudo hacer mucho. Detalles con capa y muleta, valor, actitud toda, mas un lote malo, manso y completísimo no le permitió lucir. Ni hablar.

Hacemos una pausa de dos días para regresar el próximo jueves con al séptima del serial. Vale la pena señalar que se entregó un reconocimiento a Doña Conchita, enfermera de la plaza nomas los últimos 30 años!!! ¡Nos leemos hasta el próximo toro!