El clima de expectación creado en torno a Juan Ortega fue rescatado por el diestro hidrocálido al cortar la única Oreja.

Da Vuelta al ruedo el de España al confirmar alternativa. Diego Silveti esta vez ni fu ni fa. A la postre Pozo Hondo ha pasado de parche a base al lidiarse cuatro astados, y Montecristo tres, durante el cuarto festejo del Serial 2024 en la plaza México.

Juan Pablo supo templar el viento helado prevalecido a lo largo de la corrida: Al flojo de remos corrido en segunda suelta de Pozo Hondo lo abrevió en siete minutos despeñándolo de eficaz entera. Y con mucha cabeza y característico temple ha profundizado la cumbre faena.

Ha sido en ese quinto, de Montecristo, donde ha descargado todo su sitio para aprovecharle su calidad de embestida. Cuatro Lances fueros suficientes para emplear la capa, pues al tomar una vara el toro se fue pa’rriba. Un medio por delante aunado a tres Derechazos vaciando con el de Pecho han marcado el ritmo.

Y el rumbo sobre mano diestra. Un intermedio por Naturales culminación con Afarolado matiza el trasteo. A esos Cambios de mano habrá que hilvanarle un muletazo de 360 grados como remate, pues al tomar tranquillo, un estocadón en todo lo alto fulminó al burel aplaudido en el arrastre a cambio de la Oreja.

Ortega tuvo un socito de abreplaza confirmando además el poder de Vuelos sobre Revuelos a la Verónica, tan fue así que adelantó el quite al enredar su cuerpo en el giro por Chicuelinas. Y no obstante ello, ha prolongado el buen gusto al torear de frente en Cámara Lenta una y otra vez sin cerrar los Vuelos estayando la Ovación en asombro con el de Montecristo.

Ya con la muleta han venido los chipazos aislados con su toreo de flexión por bajo y un soberbio Trincherazo. En el toreo en redondo faltó continuidad, intercalando dos buenos por tanda. Y así como iniciara culminaría por flexión. Una entera arriba y par de descabellos le premiarían con una Vuelta al ruedo.

Ahora bien con el cierraplaza, gracias a la pica de su coterráneo José Palomares equilibrando fuerza en el empuje, ha dado una sobervia lección de cómo someter al de Pozo Hondo por hasta menos de medias embestidas. Paso a paso, con firmeza y determinación aunque se le frenara a medio viaje al rajarse: De frente y por la cara y de pitón a pitón. Lástima del villamelonaje en los tendidos cargados de futbol.

Palmas al oficiar un par de veces con la espada, pitándose el arrastre.

A Diego le correspondió un toro, de Montecristo, que excesivamente bajó de peso en los cajones. Fue sustituido por uno de Pozo Hondo, que le propinara un varetazo en la axila izquierda al banderillero Juan Ramón Saldaña. Y en cuanto le apretó y se puso a la defensiva, con tres viajes con la espada abrevió la sesión. Abucheo.

Otro protestado, de Pozo Hondo, por justa presencia tuvo suelta en sexto lugar: un quite por Gaoneras, faena de aliño y la entera con el estoque lo dejaron sin decisión, aunque podría interpretarse por indiferente silencio, tan natural ante las muestras toreras de sus alternantes y frente a unos nueve mil espectadores que la tomaron contra el juez Enrique Braun por autorizar la tarjeta de sorteo en presentaciones.