Tres matices volcan de entusiasmo la Plaza México: Entendimiento, soltura y arrojo. Certeros con la espada.

No hubo que romper el hielo de la fría tarde, sino despejar la bruma para clarificar el panorama que ha hecho estallar a cerca de cinco mil gargantas. Miguel Aguilar levantó la mano en dos ocasiones con oreja. Eduardo Neyra le tumba apéndice al corrido en el lugar de honor y Alejandro Adame supera el drama llevándose el auricular del cierraplaza. Pitados, pero provocan tumbos los de San Diego de los Padres.

De latigazo cayó el picador Alejandro Martínez, sin embargo el capote pinturero de Miguel atrajo la escena al quitar ajustadamente por Gaoneras. Y fue ganando terreno por Alto y más tarde al correr la mano por ambos lados en una faena limpia. La prueba de Costado erigió la quietud en Manoletinas y al sepultar en lo alto el estoque vino la oreja del abreplaza.

El tirón ha sido nuevamente la base para apagar la silbatina a la salida del cuarto. Este, ahora, flojo de remos “tumbó” a Alfredo Ruíz, lo que ha aprovechado Aguilar para tomar los medios, plantarse de rodillas y templar cada embestida, lo mismo por derecha que por siniestra. Sobervio Trincherazo, Manoletinas de hinojos y certera estocada le dan la segunda oreja.

Cinco Naturales dejan huella al pasaportar al que hizo segundo. Lo bueno ha venido con el del honor. Largas cambiadas en el punto central, un tumbo a Efrén Acosta y también de rodillas responde Neyra al torear en redondo al más claro del encierro. Ajuste por Joselillinas y la facilidad para hundir el acero le dan la oreja.

Resbalón en la cara saca la casta de Alejandro Adame y la serenidad para llevar al tercero en medios muletazos. Pinchazo hondo y un descabello calientan su clima. Va a más al cambiar las Largas, puyazo de Omar Morales, salida al tercio del banderillero Víctor Mora y, a sortear el fuerte viento. Inicio torero por Bajo tomando rumbo la faena por derecha hasta que llega el drama.

Arrollado, al quedar al descubierto, pero el cierraplaza desconoce capotes y asistencias; su objetivo es el novillero y, justo cuando lo incorporan viene el segundo gañafonazo. Y rumbo a la enfermería se les escapa. Así, a base de arrojo planta cara al peligro aliñando. Hunde la espada por derecho y viene la confusión.

El juez otorgó la oreja, pero el alguacil de turno había desaparecido. Incertidumbre ambiental. Tuvo que hablar el inspector de callejón, Eduardo Moreno, al palco para que se percatara Braun de lo sucedido. Nueva muestra de pañuelo blanco termina la espera. Oreja en mano, vuelta triunfal al debutante y público en gran masa complacido.

Habrá que agradecer a los subalternos su gran contribución al espectáculo: peones, picadores y puntilleros. Cristian Sánchez, Fernando García, Juan Ramón Saldaña, Víctor Mora; la vara alta de Omar Morales y la certeza de los Ríos, Don Emilio y Fernando, pero sobretodo. a la afición ávida de fiesta.

Clima.-Variado: frío, bruma, lluvia y viento.
Entrada.-Calidamente por un sonoro coro superior a los cuatro mil asistentes.
Encierro.-San Diego de los Padres: pitados en el arrastre; mayor mérito de los toreros.
Miguel Aguilar.-Oreja y Oreja.
Eduardo Neyra.-Ovación y Oreja.
Alejandro Adame.-Palmas y Oreja.
Juez de plaza.-Enrique Braun, salvado por su asesor e inspector del descalabro final.

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