Hay veces que nada el pato y hay veces que ni agua bebe’ dice el refrán, y hoy ha sido uno de esos días en que pintaba para ‘morir de sed’ ya que hasta el 4to de la tarde solo se habrían dibujado algunos trazos en el segundo en turno más nada espectacular, sin embargo hubo natación y mucha ya que llegó Fermín, el número 4 en la dinastía ARMILLITA, y en una faena muy propia y llena de emoción y ARTE volteó a la plaza de cabeza toreando a ‘AGUA FRESCA’ al que desorejó merecidísimamente.

Les cuento… que no hay mucho que contar entre el primero y el cuarto de la tarde.

Partieron plaza -con una mejor entrada que la semana pasada- Fabian Barba, Luis Gallardo, Antonio García ‘El Chihuahua’, Gerardo Adame, Fermín Espinoza ‘Armillita IV’ y Román Martínez todos dispuestos a lidiar un encierro de ‘Espíritu Santo’. Mi memoria es mala así que no me pregunten por favor cuando fue la última vez que la dehesa habría lidiado en la San Marcos pero podría jurar que fue hace ‘muchote’ y los tres representantes de la ganadería estaban muy contentos con su presentación, se les veía a leguas.

El primero, para Barba, el más bajito de la sexteta era, como dicen los taurinos ‘Un Mulo’. ¡Pedazo de toro! En el callejón más de dos apostaban que de ‘cinqueño’ no tenía nada y que podría por tamaño y peso, así como por su ‘trapío’ (para los nuevos en el tema su presentación pues, su buena apariencia de toro adulto) andar casi en los 6 años, así que habrá que indagar con las fichas del sorteo la feha de nacimiento.

Total que altote, casi 600 kg en la báscula, fuerte, enmorrilado, cara seria de esas que uno ve y jura que está enojado el animal. David contra Goliat en el ruedo. Y Barba nunca se rajó, le echó mucho oficio y toda la experiencia, harto valor y sacó adelante la afrenta ya que el comportamiento del toro fue ciertamente complejo. La edad hacía que no se engañara con nada y sabía claramente inglés, español, latín y latón así que el peligro de hacer volar por los aires a Fabián siempre estuvo presente. Si le sumamos que el canijo no pasaba y nomas andaba tirando derrotes, colándose por todos lados y volviéndose en un santiamén el crucigrama estaba en chino. Si lectora lector querido, el primero de la tarde fue una babel taurómaca. Barba le mato al segundo viaje escuchando palmas cuando debió mínimo haber salido al tercio por la gran actuación de lidia técnica. Ni modo, a veces el respetable no se da cuenta de las cosas que pasan en el ruedo.

Luis Gallardo se topó con un toro incierto que a veces pasaba y a veces embestía, si lectora lector querido, es lo mismo, pero no es igual, y bueno, un tanto fuera de sitio, pero Gallardo le puso ‘Gallardia’ y logró obtener algunos derechazos de calidad, aunque sin ligazón y a veces muy apresuradillo. Estuvo pues, por encima de las condiciones del toro y recibió palmas tras también dos que tres intentos de estocada.

Le siguió ‘El Chihuahua’ quién siempre luce con banderillas. Muy solidario con sus compañeros, con un capote de paseo que seguramente fue pintado por él ya que le gusta eso del pincel. Quisiera decir más, sin embargo, el bicho que le tocó en turno nunca paró, siempre le arreó buscándolo y entonces la faena de temple no existió. Ni modo.

De Gerardo Adame les voy a contar que su presencia en el ruedo es cada vez más torera y más pensante. Critíqueme poquito solamente cuando lean que lo ví ‘fuera de forma’. Si… entradito en kilos… Y es que hay toreros que son anatómicamente más ‘robustos’ o más ‘atléticos’. El Chihuahua es clara muestra por ejemplo del segundo tipo. Y si, hoy vi a Adame tirando a alinearse en las filas de los robustos. Barba y Fermín claramente parecen toreros: flacos, estilizados, fuertes seguramente ya que el capote y la muleta son demandantes. Gerardo, hay que correr más ahí en el parque de Prados del Sur e ir con el nutriólogo.

Sentido brindis a su hija y a batallar con otro pegajoso y descastado ejemplar que le puso ‘las peras a 20’ y no le dejó hacer nada.

Caíamos en el letargo, asoleados poquito y medio acalorados pero medio con llovizna, cuando por gracia divina nos ha llegado una dosis de Agua Fresca sensacional. Otra confesión: hasta hoy no era muy fan del 4to de los Armilla. Le percibía indeciso y como un torero de esos que lidiaban más por nombre y ‘de lejitos’ que, por vocación, y he de seguir con la confesión ya que en crónicas previas yo era de sus ‘críticos duros’ y le señalaba todo lo que dejaba de hacer o dejaba ir. Hoy Armillita dejó en el ruedo la raza de la dinastía, el arte de su abuelo, el buen torear de su padre (que orgulloso le veía desde el callejón).

Todo lo hizo bien, caminó correctamente los terrenos, entendió la nobleza del quinto de la tarde, toreó lento, ajustado siempre (¡adiós a la distancia!) erguida figura, rostro sereno y con un temple que nunca le había visto. ¡Por momentos la plaza se volteó de cabeza y nos recordó a los asistentes por qué vamos a los toros! Nos hizo sentir correr la sangre por las venas y vivir ese gran romance y enamoramiento por la fiesta de los toros.

¡¡¡Gracias Fermín!!! ¡Ese es el camino! ¡Por ahí se llega a las alturas del toreo! ¡Y a todos mis amigos amantes del toreo hispano prevénganse, Armillita nos hace soñar con otro boicot del miedo! Si… estoy exagerando quizá, pero para desmentirme lectora lector querido: ¡vaya a la plaza! compre su boleto, ¡Llene la tribuna y apoye la fiesta brava mexicana!

Ya para rematar, Román Martínez salió herido, al parecer un tema en el codo y el hombro que ameritó ambulancia y hasta operación. Estaba intentando pegar un quite cuando el malísimo ejemplar de Espíritu Santo se lo echó a lomo y le bailó un zapateado. Esperemos que se recupere más pronto que pronto ya que se notaban sus ganas de agradar.

Hasta aquí hoy, les espero dentro de una semana con la corrida del Festival del Vino, donde alternarán Gerardo Adame, Diego Sánchez, Nicolás Gutiérrez, Diego Emilio, José María Pastor y José María Hermosillo, lidiando ejemplares de La Punta, Corlomé, Rosas Viejas, Claudio Huerta, Arellano Hermanos y San Isidro… y Medina Ibarra?? ¿¿Siguen sin juntarlos??