Pues hemos llegado a la mitad del serial novilleril en Aguascalientes y pareciera que fue ayer que comenzamos apenas esta interesante temporada.
Hoy en Aguascalientes se lidió un encierro de la ganadería hidrocálida de Rosas Viejas, propiedad de Don Fernando Topete, de los cuales desatacaron los corridos en segundo y quinto turno y que fueron en su mayoría bravos al caballo, desarrollando algunos cierto genio.
A pie Enrique Melchor, Emiliano Osornio y Luis Garza.
¿Qué le cuento? Mucho y poco. Se repitió el patrón que se ha estado presentando los domingos anteriores y solo uno de los alternantes ha destacado, habiendo dos que en su proceso de formación no demostraron mucho, y se alinearon al camino de la ‘mucha voluntad’ por agradar sustituyendo la falta de rodaje con la entrega. Así que para no quitarle mucho tiempo amable lectora lector querido le platico que de los tres ha sido Osornio el que ha dejado en la afición un agradable sabor de boca y constancia de ser el que tiene más por dar, y un mejor futuro si en su desarrollo las cosas se construyen como hasta ahora.
Emiliano toreó bien, aseado, con pausa, con empaque y en la distancia correcta para entender la raza de los de Rosas Viejas, que le pidieron credenciales y éste las ha portado consigo. La muleta de Osornio encontró los trazos con derecha y al natural para en sus astados poder conectar con la afición. Tandas largas y sentidas, muletazos con dimensión y largueza calaron hondo en el público. El acero fue certero en el primer enemigo y cortó una merecida oreja, sin embargo la falta de suerte en su segundo le orilló a pinchar y malograr una sentida faena que pudo haber sido de dos apéndices y que quedó, a la postre, con una fuerte vuelta al ruedo. A este novillero hay que tenerle en cuenta en la baraja juvenil del toreo en México.
En el balance de media temporada hay que Mencionar a Axel López, César Fernández y ahora a Emiliano Osornio como aquellos que han tenido la fortuna de triunfar merecidamente. Esperemos la segunda etapa de la temporada y veamos que nos depara. Abrazo interminable a todos pero mas interminable aun a mis hijas, motivo de toneladas de amor en mi corazón.