Antes tres cuartos de entrada, se lidió un encierro de la ganadería de “El Grullo”, en el que tres de cuatro novillos dieron muy buen juego.
El encargado de abrir el festejo fue Carlos Peñaloza. Saludó a su enemigo con verónicas de buena factura, se llevó un fuete pisotón que esto no fue impedimento para que continuara con su faena, que fue por ambos lados, logrando tener momentos interesante. Dejó una estocada desprendidita. El juez otorgó la primer oreja de la tarde, y el novillo recibió los honores del arrastre lento.
Verónicas cadenciosas y con temple las que ejecutó Rodrigo Ochoa, este joven se volvía a presentar en esta plaza después de que el año pasado se fuera con una cornada, se ve que ha evolucionado, realizó una buena faena por ambos lados terminándola con una tanda por manoletinas. Lamentablemente pinchó en el primer viaje y esto fue suficiente para perder una merecida oreja, aunque hubo fuerte petición, el juez Gilberto Ruiz Torres la negó, todo quedó en una vuelta al ruedo.
César Ibelles se llevó el peor novillo de la tarde, pero no fue impedimento por buscar un triunfo importante. Se tuvo que pelear con el y comenzó a arrancarle los pases, logrando completar y rematar las tandas. Dejó un espadazo ligeramente contrario que fue suficiente para despacharlo, con esto se da la segunda oreja de la tarde.
Cerró plaza Jesús Chavarría, quien se sumó a la lista de los triunfadores en los Ibelles. Con la capa hizo un quite por gaoneras, la faena de muleta fue por ambos lados, llegando a su fin con una tanda por manoletinas. Estocada entera consiguiendo un apéndice.
Al final del festejo los novilleros y el ganadero dieron la vuelta.