Jesús Sosa corta la única oreja, sin embargo cada burel deja huella por presencia, hechuras, embestidas, pero sobre todo bravura, lo que al final de la segunda novillada de temporada obliga al ganadero a dar la Vuelta al ruedo en compañía familiar. César Pacheco saluda desde el tercio en cada toro. Y Luis Martínez escucha palmas.

La carta de presentación se llamó “Flaquito”, un Tío herrado a fuego con el número 53 y 449 de romana, que provocó el aplauso unánime de salida. Justificada al arrancar de largo hacia la cabalgadura de César Morales, que gracias a rienda y fortaleza pudo mantener en pie al equino, sin evitar el estampado en tablas.

La bravura manifiesta también la probó César Pacheco al sufrir una voltereta. Gustó su inicio de faena, de tercio a medios y el antecedente al recibo, armónico en Verónicas. Supo aprovechar el mejor lado, derecho, al correr la mano y despeñar al segundo viaje con estocada a un tiempo que recibió el saludo desde el tercio.

El segundo de la tarde afloraba en calidad, no obstante el haber saltado al callejón. Luis Martínez instrumentó un soberbio Trincherazo y después darse gusto de torear por ambos lados, series por Molinetes y el cierre con Manoletinas. Fue ovacionado y el astado fue aplaudido en el arrastre.

Larga de rodillas, Verónicas, Media y Rebolera saludaron al tercero. Le andaba Jesús Sosa encontrando el círculo al torear de muleta cuando  se llevó un fuerte arropón al salir por los aires. A cambio, ha regalado un estocadón, al preparar la suerte, bajar la mano zurda con la tela y envainar en todo lo alto tumbando toro. Oreja.

El cuarto fue un dechado de bravura embistiendo sin parar sobre un lado, el mejor, por derecha. Pacheco se recreaba una y otra vez obedeciendo la dirección de Manolo Mejía. Un muletazo de 360 grados citando casi de espalda relumbró el Olé. Al tercio al culminar de entera y Arrastre Lento al moro.

Y claro, no hubo quinto malo. emocionando de salida y al embestir codicioso sobre los riñones al provocar espectacular Tumbo de Latiguillo al picador Alfredo Ruíz “Miura”. Faena de Luis por Alto y nuevamente cargado hacia su derecha. Palmas.

Un vendaval asomó durante el cierraplaza llevándose Sosa el vuelo al salir por los aires una vez empalado. Claro que hubo respeto para temporal y presencia. Afortunadamente la espada ha sido lo suyo. Ovación y dejar listo el escenario para que el ganadero diera la Vuelta al ruedo al concluir el festejo.

No hubo faena completa, sin embargo la suma de destellos, detalles, tumbos, banderillas de Angelino y la suerte suprema de Sosa han contribuído al reto Bravo, muy bravo de los “Fernandos Lomelí”.  Cerca de 3 mil 500 aficionados salieron felices de la plaza México en novillada presidida por Enrique Braun.