Tres vacas y un novillo saltaron al ruedo de la plaza de tientas y se prestaron para que Pimentel y Estefanía compartieran conceptos y probaran los caballos de sus cuadras Pimentel con 5 años de alternativa se mostró atento y amable aconsejando a la joven amazona que posee personalidad, carácter y una afición desmedida por lo que disfrutó la tarde y descifró las incidencias de esta sesión con nota alta.
El impresionante espectáculo de los briosos caballos educados a la alta escuela que con valor y plasticidad torean las bravas embestidas toma un sentido festivo cuando el jinete se acompasa y fluye para ejecutar con cadencia y emoción una suerte.
Pimentel ha ocupado este tiempo de cuarentena reinventándose en su rancho donde al terminar la jornada agrícola dedica su tiempo a montar para afinar su extraordinaria cuadra, siempre rodeado de su familia y acompañado por su pequeño hijo Patricio que ya apunta buenas maneras de rejoneador.
En este ocasión Luis Hernández invitó al torero y a la joven ganadera de Torreón de Cañas Estefanía Uribe que se prepara a conciencia en el arte del rejoneo y aprovecharon para debutar con vacas a Isabella y Patricio.
Una tarde campera extraordinaria que se vivió en familia con todas la precauciones y sana distancia.
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