Dos largos años de ayuno se terminaron hoy, largos en ausencia de emociones, en ausencia de gente en el tendido y largos en la ausencia de las amistades buenas y sinceras con las que coincides en la Monumental Plaza de Toros de Aguascalientes.
Y en esos dos años han pasado por supuesto muchas cosas, entre ellas y la que se lleva la nota hoy: la maduración de un buen novillero, comprometido consigo mismo, con su carrera y con la seriedad que requiere la carrera de torero. Si, estoy hablando de Héctor Gutiérrez, quien merece hoy la nota y lo más destacado de ella. Vamos por parte:
Se anunció en el cartel un encierro de ‘De la Mora’ que a mi parecer estuvo bien presentado en cara, peso y trapío, aunque desafortunadamente el juego dado en el ruedo no ha servido de mucho. Se puede rescatar un poco la nobleza del primero de la tarde, pero hasta ahí.
Vestidos de luces Miguel Ángel Perera de verde y oro, Fermín Espinoza Armillita IV de negro y oro, y el ya mencionado Héctor Gutiérrez de blanco y oro, acompañados de sus correspondientes cuadrillas.
A mi Perera me dejó satisfecho a secas, creo que como figura del toreo que es debió haber hecho más en su lote, sin embargo, el uso del toro de regalo -rayando ya en el abuso- creo que les da ‘comodidad’ y su falta de reglamentación es ya un deber urgente para el cabildo del ayuntamiento. Sr. Alcalde Leo Montañez, porque no armamos una mesa de trabajo entre autoridad, cabildo, aficionados de prosapia, peñas y uno que otro criticón como su servidor? creo que una actualización al reglamento nos caería muy bien a todos.
Entonces pues, Perera, que en su primero dejó ir una oreja por la falta de filo en su espada, y cuyo segundo no le coopero de plano nadita, pues se destapo en su momento para anunciar ‘uno’ de regalo. Si a esto le sumamos que Armillita IV le siguió el paso pues ya se imaginará como acabamos con dolor de pies… si señora señor querido, ver los toros desde la barrera pasa factura de esa forma… y el gozo se fue al pozo cuando el de regalo (toro manzana de la discordia en el sorteo, pero ese es tema para otra columna) se despitorro al estrellarse de fea manera contra el burladero de aguante. Si estuvo en la plaza y cruzó por la mente culpar al subalterno déjeme decirle que justito ahí es donde su servidor vive las tardes de toros y la realidad es que poco o nada pudo haber hecho diferente el buen ‘harris’. Simplemente son accidentes que a veces pasan y hoy pasó, ni modo. La bronca se desató al no escucharse desde el palco de la autoridad indicación alguna. Sr Leo Montañez, podría por favor indicarle a su delegado en el palco que utilice el micrófono a tiempo para señalizar lo que procede en tiempo y forma y evitar el zafarrancho que se suscitó hoy? Eso nos ayudará a todos.
Sr. Perera, podría por favor darle a la plaza Monumental la categoría que merece y no hacer espectáculos, asumir las consecuencias de la mala suerte y en su caso ejercer como matador de toros? Gracias.
Fermín. Muchacho que recién cumplió años y le tocó celebrar en la víspera de su actuación ha dado buena nota al ‘buscarle la cara’ a sus enemigos, ambos sin una gota de calidad y que sin embargo le pusieron de repente ‘las peras a 20’ al hacerle pasar uno que otro sustillo al ser descastados y mansos y por lo tanto no prestarse al lucimiento. Incluso así Fermín, en el la lidia ‘de uno en uno’ pudo encontrar algunos buenos muletazos. Armillita merece más carteles, ojalá las empresas lo sigan tomando en cuenta.
Y llegamos con mi opinión sobre Héctor Gutiérrez. Creo que coincidiré con muchos que lo bueno de la tarde lo ha puesto el más joven de los tres alternantes de hoy; se entregó, toreó largo y con profundidad, manejó sin falla el percal y la templanza de muleta y ha sido quien conectó con mas honestidad con el tendido. Los olés más sonoros y emotivos han sido los causados por Gutiérrez con su segundo de la tarde.
Ya con el primero habría dejado muestras de su valor a toda prueba, más no en un típico ‘arrimón’ de esos que muchos corean al calor del alcohol. No, fue una muestra de valor sereno, de saber que terrenos pisa con el toro y sobre todo de poder y técnica ya que en ningún momento se le vio ‘fuera de sitio’ o ‘apresurado’ por el toro. Desafortunadamente le pinchó, que de haber traído filo hoy se lleva 3 orejas.
En fin, así la suerte a veces da y a veces no, y hoy no se le dio a Héctor el poder salir a hombros en su tierra, sin embargo, nos ha dado grandes y emotivos momentos de tauromaquia de arte, de valor, de conexión y de hambre se ser figura. Remato mi crónica con una anécdota personal que tengo con él, ya que de novillero aún hace algunos años le pedí que me dejara hacerme una foto con el ya que estaba convencido que en su tiempo sería un figurón. Con muchísima humildad me dijo ‘hágamela buena Don Luis, que Dios lo oiga!’. Héctor.. a la gente buena como tú Dios los escucha y les concede. Tu trabajo, tu humildad y tu seriedad con tu profesión serán escuchadas… ya lo verás!
¡Nos leemos en el próximo toro!