César ratificó sus avances con el capote y la muleta, entendiendo muy bien las condiciones de un novillo serio con calidad y encastado.
Lamentablemente, durante la lidia, uno de los novillos remató en un burladero, aprisionando la mano derecha de Don Rubén Velázquez, padre del matador Arturo Velázquez Talín, fracturándole tres dedos.
En la tienta también participó el novillero Rodrigo Ochoa, quien toreó bien a otro novillo enrazado por ambos pitones.
Este viernes César finalizará su preparación toreando a puerta cerrada un novillo en el cortijo Los Ibelles. Espera con anhelo el momento de hacer el paseíllo, teniendo la ilusión de cortar las orejas.
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Los de Marco Garfias para Arroyo.