Todo quedo en mano a mano entre Ismael Rodríguez y Valente Alanís, hecho que de acuerdo a los estatutos de la asociación de matadores no puede ser, ya que para tomar la alternativa debe existir un padrino que haya confirmado la alternativa en la plaza México y un testigo matador de toros

Valente Alanís abrió plaza con un cárdeno claro, de 370 kilos con el que estuvo correcto con el percal, rematando con media, el astado manso de libro, tomó tres puyacitos, quito por chicuelinas y con la muleta pases sueltos en todo el ruedo, mató de tres pinchazos y estocada caída para que el juez increíblemente concediera una oreja.

Con su segundo un astado de 350 kilos dibujo buenas verónicas y una revolera a pies juntos, quito por gaoneras a un astado que fue emotivo, que tuvo clase y recorrido en la embestida, hizo buena pelea con los de a caballo y el torero estuvo entonado en las primeras tres tandas donde toreó largo y cadencioso a un novillito que parecía de cuerda, mas presionado por el matador que por el público el juez ni tardo ni perezoso concedió el indulto, dando la vuelta al ruedo con los trofeos simbólicos,

El guanajuatense Ismael Rodríguez solventó la papeleta con los tres complicados astados que le correspondieron, con el primero que si bien era manso también era obediente, el matador estuvo entonado y si no es por fallas con el acero hubiera tocado pelo.