Don. Arturo Jiménez Mangas, propietario de la dehesa se mostró muy contento y agradecido por el reconocimiento, ya que su toro dio un gran juego, el matador Ocampo lo aprovechó toreándolo con gusto y arte, logrando cortarle dos orejas y salir en hombros de la plaza.

El reconocimiento constó también de un premio económico.