Ante más de media plaza se juagaron toros de Jaral de Peñas, bien presentados, pero desiguales, destacando el extraordinario quinto.
El rejoneador Rodrigo Santos: Silencio.
Eulalio López Zotoluco: Ovación.
Rafael Ortega: Pitos.
Fernando Ochoa: Palmas.
Ignacio Garibay: Ovación.
Omar Villaseñor: Oreja.
Jorge Delijorge: Palmas tras cornada.
Detalles:
Ignacio Garibay, recibió el escapulario al finalizar el festejo, por haber realizado una emotiva faena al quinto de la tarde.
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Zotoluco estuvo enorme con un toro que no fue fácil, lo acabó metiendo en la canasta, sobresaliendo una tanda de naturales que fue extraordinaria, lo mató de una estocada arriba, el toro tardó en doblar, la petición era unánime y el juez no le quiso conceder la oreja, por lo que se desató una bronca.
Rafael Ortega, con un manso perdido, al que no había nada que hacerle, la gente se metió con él y no anduvo bien con la espada, por lo que escuchó pitos al retirarse a la barrera.
Fernando Ochoa, estuvo muy voluntarioso, ante un toro que no funcionó, su esfuerzo le fue reconocido con el batir de las palmas.
Ignacio Garibay se enfrentó a un toro burraco, extraordinario, al que le estructuró una faena completa con ambas manos que malogró con la espada, pinchándolo en una ocasión y dejando un espadazo caído. Hubo fuerte petición de oreja que el juez no concedió y Garibay fue fuertemente ovacionado en los medios.
Omar Villaseñor cortó una oreja, tras una faena con el sello de la casa. Rematada su labor con un espadazo, que el juez le reconoció con el apéndice.
Jorge Delijorge anduvo esforzado, cubrió los tres tercios, y en el tercer par de banderillas, poniendo cortas, fue prendido por el toro, y recibió una cornada en el glúteo. Se quedó en el ruedo para terminar su faena, la cual no fue rematada con la espada, tras dos pinchazos y tres cuartos de espada, terminó con la vida de su enemigo, para retirarse a la enfermería con una ovación.