El triunfador de esta tarde en la plaza de toros “La Florecita” fue el matador de toros Angelino de Arriaga tras el corte de dos orejas, saliendo a hombros. Por su parte, Sebastián Ibelles, firmó una buena tarde pero las fallas con la espada le privaron de un triunfo mayor, cortando una oreja. El mano a mano dejó buenas sensaciones ante un encierro de La Guadalupana de buen juego, destacando el abre plaza que mereció los honores del arrastre lento.

Abrió plaza “Zeus”, de 470 kilos, de La Guadalupana, para Angelino de Arriaga, que con cadencia saludó con el capote, asentado toreando a la verónica, y rematando con pinturería al firmar una media. Angelino continuó el lucimiento con el capote al recrearse en un quite por chicuelinas, siendo ovacionado. Tomó las banderillas para adornarse con tres buenos pares en los que dejó impresos la facilidad y buena colocación. Angelino brindó a la afición presente en los tendidos de La Florecita, comenzando por alto su faena de muleta. Suavidad y clase en una serie por mando, corriendo la mano por pitón derecho, haciendo el toreo asentado ante la buena colaboración del toro de La Guadalupana. Una segunda serie, acompasada, ligada, con la muleta muy baja, reflejando ese toreo de empaque. Embelesado del buen toreo, continuó con clase, y temple, seis muletazos ligados, luciendo también en el toreo en redondo. Por el izquierdo, el de La Guadalupana le regaló una serie con mando, siempre con ese ritmo marcado para así firmar cuatro buenos naturales. Los últimos pasajes los cuajó con autenticidad, variado, y reflejando su buen gusto. Las manoletinas cerraron su buena faena. El toro tardó en doblar, y sonó un aviso. El torero dio vuelta al ruedo y el toro fue premiado con el arrastre lento.

“Chon”, de 472 kilos, segundo de la tarde, para Sebastián Ibelles, que tuvo discreto saludo con el capote. El brindis a la afición para comenzar su trasteo por bajo, doblándose con torería. Corrió la mano y logró el empaque en dos primeras series portentosas y con calidad. Un toro más tardo, que terminaba con la cabeza arriba, pero al que le plantó claridad Ibelles, quien firme, de uno en uno, sacó los muletazos. Lo hecho por Ibelles tuvo el mérito, pues se mantuvo en la búsqueda de sacar la última gota.

“Wolf”, de 460 kilos, tercero de la tarde, y segundo del lote de Angelino de Arriaga. De nueva cuenta el tlaxcalteca alegró la tarde al tomar las banderillas, dejando los tres pares en buena colocación. El brindis al periodista Rafael Cue para dejar un buen inicio de faena. Queda clara la evolución en el ruedo de Angelino, quien se conserva fiel a su estilo, el toreo con pinceladas y el pellizco artístico. Se disfrutó su faena, corrió la mano con ese gusto y naturalidad, encontró un virtuoso pitón derecho, y la faena cobró esa fuerza, dos tandas más ligadas con el sentimiento para también abrir con el toreo al natural, encontrando también la colaboración del toro de La Guadalupana. Que clase llevaron tres naturales, eternos y serenos, aquilatando así el sentimiento de la verdad. La transparencia de Angelino se refleja, no pasa desapercibida para nadie, torea con mucha quietud, y eso lo agradece un público cautivo al que le transmite emociones. Que baja ha llevado la muleta otra vez por el derecho en las notas de cierre para con las luquecinas, y finalmente, las dosantinas deletreadas han sido el broche de oro. Certero con la espada para cortar dos orejas. 

El cuarto toro, “Gepetto”, de 475 kilos, para Sebastián Ibelles, que dejó un buen saludo capotero, dejando la variedad en el quite. Ibelles se dobló con el de La Guadalupana en el inicio de faena. Buen toro el que le tocó a Ibelles, que toreó para dejar mucho lucimiento, en series por ambos pitones, muletazos muy largos, con reposo, y hondura. Ibelles dio forma y fondo a una actuación en la que la calidad estuvo presente en todo momento. Toreó en redondo, y al final, se arrimó cuando al toro ya le costaban las embestidas. Siempre lo hizo con la cabeza fría, sin atropellos, pensando mucho delante de la cara del toro. Mató de gran estocada pero no fue suficiente para que el toro doblara. Por lo que sólo cortó una oreja. 

Ficha: Plaza de Toros “La Florecita”. Cuarto de entrada en tarde agradable. Toros de La Guadalupana, de buen juego, el primero de arrastre lento. Angelino de Arriaga, vuelta al ruedo tras aviso y dos orejas. Sebastián Ibelles, palmas tras aviso, y oreja tras aviso.