Por ahora fue durante la tienta celebrada en la ganadería de Torreón de Cañas: Sobre gélido ambiente, el madrileño Alberto López Simón ha puesto el horno al torear, deleitarse y Parar, esto último, la base para presentarle al ganadero Julio Uribe la más clara apreciación al calificar en su nota.
Poco común en nuestro país marcar en el ruedo las distancias para establecer los duelos Picador de Casa-vaca. Y es ahí, desde la línea que marca los medios donde ha florecido el mando del madrileño triunfador de cinco Puertas Grandes de Las Ventas: Armónico juego de brazos en dos Verónicas, previo al Remanguillé fijador.
De lo otro se encargaría el piquero con la voz, atrayente vara el movimiento sobre colocación de recibo, lo que ha hecho frente a las seis vacas, una por una. Todas de larga arrancada, inclusive la primera, provocando un tumbo con su bravo empuje. Mínimo tres turnos hasta que se escucha la voz de “Vista”.
A torear de rodillas que la colorada sólo tiene un objetivo: Obedecer las toques ya sean en redondo ó paralelo al embestir en un palmo de terreno que el cuerpo del torero esta convertido en Eje. Faena seria, sólida y exquisita; Arte le sobra al director, mientras en el palco ganadero la nota de tienta va con mayúsculas.
El recreo se podrá observar en el video grabado por Gabriel Herrera y las palabras de López Simón en entrevista.
Su coterráneo Manolo Sánchez dará cuenta de la clase al mandarla larga con su trazo, tal como lo remarcó el tumbo.
La del malagueño Javier Conde huía, Antonio Mendoza pechaba los broncos ataques en su turno y el hispano David de Miranda sudaba el esfuerzo del ganado en general nada fácil.
Madurez le ha dejado la huelga e hambre a Lorenzo Garza Gaona: Se ha fajado como los buenos hasta lograr la entrega de la cuarta. Faena de campo a la altura de una plaza de tientas camino al cerro. “Torear bien vale un Torreón”.
Luis Marco, empresario de Cinco Villas, se ha echado al agua presentando la Corte más cara al contar con los integrantes del internacional cartel.
Tono festivo ha tenido el cierre al celebrarse el cumpleaños de Liza, esposa del ganadero y madre de Julio Jr. y Sthefanía. Sensibles anfitriones extraordinarios.
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