El rejoneador mexicano Emiliano Gamero, la volvió a bordar en Sobral de Monte Agraço, Portugal, con un toro peligroso de Vinhas, que puso el condimento que hizo estremecer a la afición lusa este domingo. Además, el rejoneador charro volvió a ser imán de taquilla, la plaza registró un lleno de no hay billetes.
En una tarde soleada y agradable se lidiaron toros de Vinhas, que fueron complicados.
Salió el toro que correspondió a Emiliano, pero salió notablemente lastimado, por lo cual fue devuelto de inmediato; así que toreo al sobrero que fue peligroso y puso el talante muy caro al mexicano.
El tendido se engalanó con la presencia del Embajador de México, en Portugal, don Bruno Figueroa, se hizo presente para apoyar al ídolo mexicano. Gamero le brindó su faena a él y a su esposa, que lo acompañó, lo que resultó muy emotivo.
Recibió al toro que pesó 578 kilos, este también de Vinhas, lo hizo a los lomos del gran caballo “Ferrera”, que se dobló por el izquierdo aguantando las embestidas, que fueron de muy mal estilo, a pesar de ello y con la raza que caracteriza, al noble bruto, le permitió a su jinete colocar dos farpas de castigo al pitón contrario, arriesgaron mucho, ante un peligro muy claro y serio, por ello desde el principio la afición conocedora se puso eufórica. Sin cambiar de caballo pidió banderillas pues el toro era muy veloz y se cruzaba, para poner las cosas muy caras. Puso tres banderillas, con el colorado muy de cerca, cambió al toro en la misma cara para clavar al estribo en una imagen que representó por la cercanía la fusión de un inmenso peligro, con el valor del charro y su caballo. La afición volvió a reconocer la entrega del torero charro, se puso de pie para rendirle carretadas de ovaciones para Gamero y su valiente caballo que se mostró como un verdadero gladiador.
Con “Primoroso”, la gente aclamó desde su entrada ya que de inmediato puso dos violines al estribo, que fueron arriesgados, por la fuerza bruta del burel, ese fue el broche final a una lidia de impacto, que mostró la responsabilidad que tiene el Ídolo Charro Mexicano para corresponder a la afición que asiste a abarrota las plazas para verlo.
Emiliano Gamero dio una grandiosa y triunfal vuelta al ruedo con un público entregado y muy excitado.
Las pegas de los forcados fueron esforzadas lograron hacerlas al segundo y tercer intento, Los colegas de Emiliano dieron respectivas vueltas al ruedo.
Gamero, al término de la corrida se quedó una hora con la afición que no lo dejó irse y se abarrotó en torno a él para tomarse fotos y recibir el autógrafo del torero charro.