Traga genio y temperamento del primero y saca provecho del cuarto, además de la entrega en la suerte suprema. Rafael Soriano se va sin decisión del decepado segundo y escucha tres avisos al dejar vivo al quinto. Y Manolo González brinda detalles toreros en su lote, pasando de las palmas a Dos avisos.
 
Duro, entre viento, fue el abreplaza de Raúl Cervantes: bronco; no bravo y arreando entre coladas. Y además emplazado, hasta que José María recurriera a la brega y al destronque para enfrentar vendaval. Tras sufrir desarme optó por aliñar. Estocada caída al segundo viaje: Palmas. Arrastre pitado.
Otra cara fue el parche de San Marcos. Tres Lances, tres Chicuelinas y remate con Serpentina. Bravo hasta tumbar al picador, pero decayendo en la muleta. Pese a ello, Mendoza sacó un par de series por derecha, pues por lado contrario fue empalado. Sereno se fue derecho asestando una entera en buen sitio fulminante: Oreja.
 
Rafael Soriano tuvo en contra un decepado segundo que al derrotar en un burladero dejó la cubierta en piso. Gustó en banderillas  “Azapateadas” frente al quinto, sin aprovechar las bondades de un burel que embestía de dulce, pero que falló con ambos aceros hasta escuchar los tres avisos.
 

El tercero ha quedado atrapado en un contraburladero al saltar al callejón. No obstante Manolo González empezó a lucir el destello en recortas de capa y ganando intensión con muleta. Cierre por Estatuarios. Muerte al tercer intento. Palmas y aplauso arrastrado.

Apuntaba hacia algo grande con el cierraplaza, pero de Lances armónicos ha pasado al toreo eléctrico. Pausa grata puso Fernando García hijo al ganar el tercio por lucido par. Inicio vibrante en medios por Cambiados y De pecho, decayendo al final hasta escuchar par de Avisos.

La familia Mendoza, de plácemes: en lo más alto la madre y en la tierra abuelo, tío y hermanos, los brindados. Esta vez la animación de unas 3 mil gargantas en festejo presidido por Enrique Braun desde el palco de la plaza México, para dar testimonio de la tercera novillada de temporada.