Corta la única Oreja del festejo inaugural Feria de Aniversario y devuelve aliento torero a la Plaza México

Justo cuando la falta de raza del encierro de José Garfias estaba en picada ha surgido el arrebato del torero español en aquello de…”Si el toro no embiste, le embisto yo” cambió el panorama de saltos al callejón, blandura ante los caballos y flojedad de remos. Fuera de ello: Juan Pablo Sánchez hizo labor de enfermero y Luis David de pincitas pasó la prueba.

Desde el recibo al sexto de la noche, Borja, paulatinamente, le fue sacando lo que en España llaman Fondo, pues en el resto de los ejemplares no asomaba más que un oscuro túnel. Cuatro Lances ajustados rematados con la Media Verónica produjeron los primeros Olés. Gerardo Angelino cortó oportunamente el viaje hacia el caballo templador para entregarlo al asentador Vicente Fernández.

Los banderilleros se aprestaban a cubrir el tercio  y ha surgido eso “Dejarme solo” para realizar un quite por Chicuelinas embarrándose de púrpura tinta. Tomó entonces los medios para iniciar de largo la faena; a toro parado hubo que acortar distancia y ofrecerse entre el tercio y las tablas explotando toda la emoción contenida de unos seis mil espectadores.

Derechazo con cambio de mano prolongado en Natural ha dado salida a la inspiración: Nuevo Derechazo con cambio de mano por la cara aumenta la intensidad y al notar que se le andaba rajando ha formado un cerco entre el cuerpo y las tablas pasándose la muleta de una mano a otra por la espalda a manera de Duendes caleserinos evitando huida.

Las permanentes respuestas del público acallaron al momento de tomar el estoque y, acortando tranquillo depositar Medio espadazo en buen sitio y tumbar a desplome la res que se ha ido al destazadero sin auricular, mientras la Sevilla tan especial era el ritmo que marcaba la vuelta al ruedo entre devolución de prendas, ambientada por grupo musical.

Un abreplaza deslucido y otro más corrido en cuarto lugar mantuvieron los brazos de Juan Pablo en alto para impedir, sin lograrlo, las constantes caídas gazaponas ante la notable falta de fuerza y ausencia de raza. División y Silencio. Hasta el cable protector de la barrera saltó el tercero destrozándose remos delanteros; el sustituto por el estilo. Y el séptimo también brincó la tablas y se vino a menos; medios muletazos y horrenda estocada enhebrada dieron al traste la suerte de Luis David.

Cambiar el chip en dar lo que al otro falta ha sido la tónica; claro, riesgo ante todo. Borja Jiménez lo hizo y el reconocimiento del juez Enrque Braun bajo asesoría de Juan Vázquez fueron el mejor tino.