Después de bajas entradas en las doce novilladas, la circunstancial influenza y la desunión de las fuerzas vivas de la fiesta, se abre el panorama idóneo para devolverle su sitio.

Forzado y de sacrificio, Manolo corta su trayectoria. De tajo, sin gira previa del adiós, habla su triunfal trayectoria por Guadalajara, México y Sevilla;abre plaza, crea clima en favor de sus alternantes.

Ponce y sus 100 festejos anuales, sus tardes madrileñas y sevillanas por triunfales que sean, no se comparan con el sensible público capitalino; hay romance, alimento espiritual y equilibrio emocional.

Y si Fermín se arrebata como lo hiciera frente a “El Juli” en la disputa por la Oreja de Plata novilleril, estaremos hablando de potencial juvenil, por el poco número de corridas toreadas.

Y San José, tras doce años de refresco sanguíneo español con lo de Paco Camino, triunfal tarde de la temporada anterior: Ponce corta un rabo.

Elementos hay y de sobra para augurar resurgimiento.

Se cuenta con Arturo Macías, Rafael Ortega, “El Zapata”, Fernando Ochoa y la nueva semilla, “Payo” y Mario Aguilar, y si entran “Zotoluco”, Pizarro y Garibay, tenemos material sólido.

España viene con Ponce, José Tomás Morante, Juli, Perera, Hermoso de Mendoza; Francia con Castella.

Panorama propicio para decir ahora o nunca; todo por resarcir la fiesta.