Debuta exitosamente también la Ganadería de Núñez del Olmo con parde toros de Arrastre Lento.

No hay duda, el nombre de Arturo Gilio está ligado a la monumental Plaza México en festejos de aniversario: Un 5 de febrero de 1992 quedaba la huella de “Genovés” de De Santiago a manos del Primero. Esta vez, a unas horas de la memorable fecha se encumbra el II al salir a hombros entre gritos consagratorios de “Torero-Torero” por el corte de Orejas al cierraplaza.

En contraste, sus alternantes, Alejandro Adame escuchó palmas en su lote y Julián Garibay fue avisado por partida doble.

Desde el bosquejo, a ese muñeco tercero de suelta, el hijo de Arturo asomó serenidad, mente clara y sitio de importante torero asentando los firmes pasos de novillero, a diferencia del “Cascabel” que personalizaba al papá inundando de alegría el ruedo en sus coberturas completas aderezadas con las banderillas.
A ese emotivo de gran recorrido lo ha toreado sedosamente de capa en lánguidos Lances y pases en redondo con ambas manos destacando Molinetes hacia los adentros, el epílogo por Joselillinas, tirándose a matar sin desprender de la emoción al segundo viaje. Petición insistente a cambio de una Vuelta al ruedo y el Lento arrastre a “Artista”.

Gilio salió a romper los cánones frente al cierraplaza: Ceñidas Gaoneras de recibo, la Media en remate a Chicuelinas al quitar tras el puyazo de David Vázquez que dejaba asentado al astado. Y lo que empezó de rodillas terminaba idem pero con diferentes y sólidos matices. En línea el muletazo Cambiado aunado al pase de Pecho y la rematada Arrucina.
Ahora que cada Sucesión en redondo al torear de pie tuvo la belleza de Barrer los lomos en cada culminación. Paulatinamente fue imponiendo sitio y hasta en intermedias pausas recobrar las templadas embestidas a gritos de “torero-Torero” a la par con el aleteo de blancos pañuelos clamando el indulto a “Arquitecto”.
Sereno, sin perder los papeles,se ha sacado de la manga Capetillina y una par de pases de Costado tan despaciosamente templados que extendían los Olés al unísono coro. Fue ahí, entre clamores del perdón, como de hinojos, cerraba con Manoletinas, para montar la espada y fulminar de estoconazo. La obra la culminó el puntillero Fernando Ríos al entregar las Dos Orejas.

Alejandro Adame hizo su esfuerzo ante el viento para sacar Naturales frente al abreplaza que se ceñía al cuerpo; el cuarto de apagó al final despidiéndose entre Palmas decorosas. Julián Garibay alcanzó a lucir frente al segundo, sin escaparse de la paliza que le dio el que hizo quinto, duro y sin pases; Lo sobresaliente lo hicieron loa subalternos Diego Martínez y Rafael Romero al salir Al tercio en banderillas.

Hace treinta años Arturo Gilio salió a hombros al debutar de matador; su hijo ha repetido la historia al presentarse en la gran plaza.

FICHA
Plaza México, tercer festejo Aniversaio 75-76. Euforia cercana a las tres mil gargantas.
Clima.-Frío, con algunas ráfagas de viento.
Ganadería.-Núñez del Olmo: Debutante, brava hacia los caballos y, en especial a las telas del triunfador. Pesos: 451, 449, 440, 451, 445
y 461 kilogramos de romana.
Alejandro Adame.-Palmas y Palmas.
Julián Garibay.-Aviso y Aviso.
Arturo Gilio.-Vuelta al ruedo tras petición y Dos Orejas.
Juez de plaza.-Enrique Braun.-No impuso el indulto ni otorgó el rabo, retumbando recordatorios.

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