Todas las ilusiones de la tercia conformada en el festejo número ocho del Serial Aguascalientes de se estrellaron por el escaso juego ofrecido de San Miguel de Mimiahuapan. Es decir: El Arcángel no se lleva con el Evangelista.
Si acaso el que más cercano estuvo de que sonarán las notas musicales “Pelea de Gallos fue el francés Sebastián Castella en su intento por crear el clima propicio al mezclar técnica e histrionismo. Palpar el gusto aficionado no cualquiera. A El le consintieron torear de rodillas, lo que fue reprobado con Leo Valadéz y Diego San Román.
Después de pelear en pica los toros se vinieron a menos en caídas constantes ante la flojedad de remos, vamos ni los brindis al público repercutieron.
A ellos habría que agregar la constante fallas con espadas entre ofensivos gritos de un público cada vez más encaramado en algo nunca visto y escuchado.
La llama prendió hasta con el juez al autorizar un cariavacado segundo.
En fin la lanza no escribe ni la pluma provoca sangre.