Aprovecha al único burel de Carranco que tuvo movilidad manteniéndose en el ánimo del público. Emiliano Osornio, sin actitud.

La gente fue a verlo y todo el tiempo estuvo con él, sabedores de que en este novillero triunfador de la reciente temporada novilleril hay un gran prospecto y más cuando se le acaba de anunciar en La Feria de San Isidro; el pago: Valentía, decisión y dueño de una gran variedad de suertes de impacto improvisado.

Lo mejor de la fría noche lo hizo ante su segundo ligando desde el recibo cuarta y quinta Verónica con suelta de punta; del segundo tercio se ha encargado Gerardo Angelino abriendo sus Cuarteos, agradecidos montera en mano desde el tercio. Y que va apareciendo el Plante desde los medios con pasmosa quietud en Cambiados por la espalda y  Cambio de mano por delante.

Dos sabrosas tandas fueron aderezando el trasteo: Vitolina, redondos Derechazos con Cambio de mano; el otro, Cambio por la espalda, Naturales marcando el giro y cierre con el De pecho. A ello habrá que agregar Capetillina, Lacernista y Manoletinas y cuando se le frenó la res, la firmeza estatuaria asombró. Hasta ahí el mejor toreo.

Ya con la espada ha venido el frentazo sin encontrar la muerte. Fue hasta después del Aviso la despeñada, primera, gracias a un capotazo de Angelino, pero se reincorporo el morito y por fortuna tras unos pasos dobló. La afición le llamaba a saludar, pero la honradez lo aguardó en el callejón.

Frente a su primero resbaló en la cara y hábilmente se ha cubierto con el capote y ante el cierraplaza sufrió una Voltereta, sin embargo queda plasmado como a toro quedado gira para arrancar embestida y qué pedir cuando recibe a Porta Gayola y aquel inicio de faena en Pase por alto y en cuanto vuelve el colaborador hace lo propio por la espalda. Bruno Aloi, tema de grandes cualidades.

Qué señalar cuando el apagado ánimo ciega todos los intentos por dejarse ver como le ha sucedido a Emiliano Osornio en dos brevísimas faenas y en la tercera, dejando pasar al toro y montando una pesada espada oliente a Aviso y abucheo. La de esta vez no ha sido su noche, pese a que el juez Enrique Braun ordenó la devolución del tercero, marca flojedad como seis del mismo hierro, enjuiciada por unos cuatro mil desafiantes del gélido clima prevalecido en la Plaza México.