La tarde de ayer en Aguascalientes ha sido quizás la tarde más taurina de lo que va en la feria nacional de San Marcos en su edición 2023.

Y no lo digo por el corte de apéndices sino por la gran cantidad de detalles toreros que se suscitaron en buena medida por ser una corrida mixta.

En el cartel estaban anunciados seis toros de Fernando de la Mora que A mi parecer han sido muy bien presentados y en términos generales con una buena dosis de bravura y de genio, factores indispensables para poner a prueba a cualquier torero que se les ponga enfrente.

Puntito a favor además ya que nuevamente en aparente condición de integridad las cornamentas.

En el cartel como director de lidia el hispano José María Manzanares, alternando con el lagunero Arturo Gilio y la presentación con picadores del español Marco Pérez.

Ahí le voy…

Manzanares en un elegantísimo terno grano de oro ha tenido una actuación muy destacada a pesar de no haber tenido material necesario para triunfar con el corte de apéndices.

Personalidad, sencillez, y una clara conciencia de lo que representa ser primera espada en un cartel Manzanares ha estado a la altura de todas las circunstancias.

Con sus toros siempre entregado y buscando sacar lo mejor de ellos.

Con su primer enemigo no ha podido lucir como estoy seguro Él habría deseado ya que el toro era áspero y pasaba con la cabeza arriba.

Con poca fortuna con la espada ha saludado en el tercio.

En su segunda intervención encontró un toro con mejores condiciones. Mejores lances con el capote y con muleta una faena más aseada con un toro que bajaba un poco más la cabeza y que tenía más transmisión. En algunos momentos pudo ceñirse más con el toro que siempre se arrancaba de largo. Estocada efectiva para cortar una merecidísima oreja.

Arturo Gilio por su parte tuvo un primer enemigo bravo y enrazado que no le iba a facilitar las cosas ni a él ni a nadie. Aldeano de nombre y con 528 kg a cuestas ha empujado tan duro a la cabalgadura en el primer tercio que ha ocasionado un espectacular tumbo, siguió vistiendo al caballo ya en la arena arrollándolo en repetidas ocasiones y causándole dos cornadas que a la postre resultaron mortales por necesidad. Una pena para el caballo y la cuadra completa, así como su dueño; una escena que nos hace recordar los años en los cuales los caballos salían al ruedo sin protección alguna.

En banderillas el mismo aldeano ha hecho pasar las de Caín a la cuadrilla y en muleta el toro con codicia siempre persiguiendo la pañosa.

Trazos largos y en ocasiones con mucha plasticidad por parte de Gilio que a mi parecer lo ha lidiado bien, pero le ha faltado poder. El toro debería de haberse ido desorejado al destazadero y sin embargo todo quedó en una salida al tercio para Gilio, además que debió premiársele al menos con arrastre lento cosa que pasó de noche en el palco de la autoridad.

Con su segundo enemigo Arturo tuvo a un toro que si bien no se desempeñaba correctamente ya que pasaba con la cabeza muy suelta y a media altura el de Torreón puso una alta dosis de valentía y buen quehacer para ser premiado con dos orejas. La fuerte división de opiniones ha hecho que dejara una de ellas en la arena y pasear a dando la vuelta al ruedo solamente con un apéndice.

Y al final, pero nunca al último hablaré un poco sobre el debut con picadores de Marco Pérez.

El menudito quinceañero de apenas 1.50 metros de estatura tras partir Plaza se ha sentido mal, al parecer un problema estomacal lo mantuvo en la enfermería durante un buen rato ocasionando así que se corrieran los turnos y se lideran los primeros cuatro toros sin su presencia en el ruedo.

Finalmente salió para zumbarse tres novillos, los dos correspondientes a la línea ordinaria y un tercero de regalo que también creo yo ha sido excesivo. ¿Por qué? Me parece que quien lleva las riendas de su carrera debería de entender que, aunque tiene altísimas habilidades desarrolladas y un sentido de la torería extraordinario, Pérez es apenas un chiquillo y no hay que demandarle tanta carga mental en su naciente carrera.

Su primer novillo era muy alto y aun así Pérez se enfrentó a un cuajado ejemplar al que le ha toreado de una manera muy vertical y con mucho temple.

Lo que al principio para los 12,000 asistentes que se dieron cita resultó ser muy atractivo a la postre terminó por olvidarse.

A Marco se le ha ido el toro vivo a los corrales tras una estocada entera pero muy tendida de manera que no ha surtido efecto, y en el descabello Pérez no ha acertado.

Es entonces cuando el respetable le ha cobijado entre gritos de ¡torero! ¡torero! y palmas mientras que el chaval visiblemente contrariado se resguardo tras el burladero de matadores.

La gran calidad torera de Manzanares se hizo presente, le orientó, aconsejó y hasta lo ha apapachado para hacer que el joven novillero saliera a lidiar a su segundo ejemplar como si nada hubiese pasado.

Durante este segundo novillo El joven Marco ha estado nuevamente muy bien.

Los mismos problemas para matar se han presentado sin embargo aquí el público ya no le apapachó tanto y entendieron que vestirse de luces representa cumplir con todo aquel que paga un boleto y con el reglamento taurino.

Tras pinchar y estoquear ha logrado acertar con el descabello y lo que pudo haber sido una dignísima presentación se convirtió en una larga noche con un novillo de regalo, que como he dicho me pareció excesivo.

Pérez ha dejado muestra de su buen quehacer en los tres novillos lidiados, con este último saludo en el tercio.

Al final la gente salió contenta tras haber presenciado una gran cantidad de cosas que regularmente no se ven en las plazas de toros.

El día de hoy se presentan toros de San Miguel de Mimiahuapan para Emilio de Justo, Joselito Adame y Diego San Román.