Hoy lectora lector querido no hay mucho que contarle. A mi parecer lo que se debería haber convertido en una buena tarde de toros se diluyó ante el pobre juego de un bien presentado encierro de Xajay. Vamos por partes…

Hicieron el paseíllo Paco Ureña en grana y oro, Arturo Saldívar en lila y oro y completó la tercia Juan Pedro Llaguno de blanco y oro. La entrada fue… así así… ¿se imaginó poca gente y toda con cara de aburrida? si.. mas o menos así… y así salimos porque no hubo mucho que ver.

La torera disposición de Ureña es la que todos los extranjeros deben mostrar, entonces pues, cumplió. Tuvo la suerte de encontrarse en su primero al menos malo de los de Xajay y tuvo algunos buenos detalles. Siempre -en sus dos toros- estuvo en los terrenos complicados, siempre intentando agradar. Pinchó más salió al tercio en reconocimiento a la labor torera. Con el segundo, un difícil y distraído toro Ureña le puso mucho oficio y le logró extraer pases impensables. Mató bien e *inexplicablemente* el ocupante de la silla de la autoridad se guardó el pañuelo blanco demandado por la mayoría del público. TACHA con mayúsculas para Cesar Pastor que en tardes previas había estado muy displicente con el uso del pañuelo blanco.

Arturo Saldívar cargó con lo más malo del encierro. Con el primero andaba además como distraído y solo seis o siete buenos capotazos y muletazos. Para colmo se pasó en banda a la hora de matar, y en el segundo viaje también, pero dejo un estoconazo pellejero caído y horrible. Se enojó e hizo berrinche, pero ¿como por qué? si el que andaba en otro lado era él y no el toro. Algunos descabellos y muchos pitos. Con el segundo todo fue igual, aunque si hay que reconocer que andaba más concentrado.

Por último, Juan Pedro Llaguno que en su escasa y corta carrera de matador de toros pues se vio bien y voluntarioso. Variadillo con la capa y cubriendo el segundo tercio de sus dos enemigos. Con muleta intentó ceñirse y torear largo, sin embargo, sí.. adivinó… tampoco pudo hacer mucho. El factor común de mansedumbre y debilidad le impidió el lucimiento, y tan tan! se acabó lo que se daba.

Mañana el esperado mano a mano de Joselito Adame y Alejandro Talavante (quien anduvo hoy en el palco de los ganaderos) con un encierro del dueño del balón: Begoña.

¡Nos leemos el próximo toro!